Recordando nuestro aniversario de fundación, hace 22 años en París.
Nacimos gracias a la energía y motivación de hondureños de la diáspora y franceses, solidarios con nuestra tierra herida. Muchos años han pasado, nuestra red ha crecido en diferentes países, son muchas las personas que han dejado una huella in borrable. Gracias a cada uno de ellos en el país donde se encuentren, nuestro permanente agradecimiento.
Viendo hacia atrás, el trabajo invertido es grande, pero más grande es la satisfacción de ver las sonrisas de los niños creciendo con Don Sapo, con Música para Todos, Deporte para Todos y con Chaac.
Así como hace 22 años, después del huracán el Mitch, en estos momentos de catástrofe planetaria, necesitamos más que nunca su voluntariado para que la educación llegue de manera igualitaria a cada uno de los niños de la zona rural de Honduras.